Las 7 claves para diseñar un logo en diseño gráfico
¿Qué es lo que hace que un logo sea realmente bueno? Aunque diseñar un logo pueda parecer algo sencillo, lo cierto es que encontrar una solución perfecta requiere de tiempo y de dedicación. “Dar en el clavo” no es una cosa que se suela lograr rápidamente.
En este artículo quiero aprovechar para repasar este fascinante proceso creativo e invitaros a descubrir las 7 claves para el diseño de logos, que nos ayudarán a destacar y a conectar con nuestra audiencia.
Índice de contenido
¿Quieres diseñar un logo? Vigila lo siguiente.
Si ya eres un lector fiel de mi blog o un suscriptor de mi canal de YouTube, sabrás que el logo es una pieza fundamental en cualquier identidad de marca. Tanto si estás diseñando tu propio logo o confiando esta tarea a un diseñador gráfico, estas 7 claves te serán de gran ayuda para evaluar si el resultado va en la dirección correcta o si hay espacio para mejorar.
Pero antes de sumergirnos en los detalles, por favor, quiero dejar muy claro que estas 7 claves no son una ciencia exacta, y que el mejor logo para un determinado proyecto no tiene por que ser el que siga estrictamente estas claves, sino el logo que se concibe teniendo en consideración el contexto de cada empresa y de cada situación.
De hecho, vas a poder comprobar que quizás algunos logos presentados durante este vídeo no cumplen con las 7 al mismo tiempo… Venga, vamos con la primera clave.
¿Cómo diseñar un logo correctamente?
1. Simplicidad
Un buen logo necesita ser sencillo. Debe ser limpio y claro. Lo ideal sería evitar añadir elementos decorativos o superficiales. Piensa que un logo no es más que un identificador gráfico de un concepto abstracto como es una marca. Por lo que quizás sería mejor no optar por incluir elementos decorativos o superficiales que puedan entorpecer la comunicación del mensaje. Así que, repasa tu diseño y reflexiona. Si algún elemento desvía la atención de lo importante, quizás sería más apropiado que lo elimines.
Estos son algunos estupendos ejemplos de marcas que cuentan con logos simples y claros en sus identidades. Seguro que los reconoces. Es más, si nos centramos en algunas de estas marcas y estudiamos cómo han evolucionado sus logos a lo largo del tiempo, vamos comprobar que muchas han ido optando por simplificar sus formas. Y han evolucionado así porque la simplicidad cuenta con muchas ventajas.
Piensa que los logos simples tienden a ser más fáciles de recordar, favoreciendo su pregnancia; y también que las formas simples ayudan a una correcta escalabilidad y adaptabilidad, por ejemplo cuando necesitemos reproducir el logo en tamaños y proporciones muy diferentes o bajo una única tinta o color.
No te preocupes que lo irás viendo más claro, a medida que sigas leyendo.
Ahora, ¿te has preguntado por qué todos los ejemplos que acabo de incluir están negro? Los incluyo así para que podamos enfocarnos en sus formas y estructura. Fíjate que muchos de los logos que he incluido, hacen uso del espacio negativo de una forma muy inteligente. Este es un recurso fantástico, del que podemos hacer uso los diseñadores gráficos para lograr una síntesis gráfica correcta que nos permita dar con un logo sencillo y claro.
2. Originalidad
Creo que ésta es bastante obvia…, ¿no? Al diseñar un logo necesita ser distintivo. Debe ser original, fácilmente recordable e identificable. Con esto quiero decir que necesita apostar por ser diferente y único frente al resto de empresas de su sector. Piensa que cuanto más distintivo y original sea un logo, más probable será que se recuerde, y que se posicione en la cabeza de las personas antes que otras marcas de tu competencia.
Cuanto más original y distintivo es un logo, más identificable.
Para esta clave en concreto, creo que las empresas de tecnología pueden ser un estupendo ejemplo a observar. O incluso también las plataformas de streaming…. Nos interesa conocer cómo se ayudan de su logo y de su identidad, para sacar la cabeza en un sector de constante cambio.
Pero quizás no podamos decir lo mismo de algunas marcas del sector del lujo, que en los últimos años han ido simplificando aún más sus logos hacia tipografías de palo seco o más minimalistas, contribuyendo indirectamente así a eliminar parte de su originalidad. A esta tendencia se le denomina BLANDING, y quizás lo tratemos más adelante.
3. Representatividad
Al diseñar un logo, es importante que tengamos siempre presente el contexto de la empresa o de la organización que estamos buscando identificar. Un buen logo debería ser capaz de situarse bajo el paraguas de una marca, para contribuir a reforzar el mensaje que se pretende enviar desde su identidad visual.
Ahora, sabemos que dentro de un logo no podemos sintetizar todos los valores o los mensajes que una marca querría comunicar. Pero si podemos trabajar porque su desarrollo sea representativo de su personalidad, y porque sus formas puedan evocar algunos conceptos positivos más afines a ella: como podemos conseguir, por ejemplo con ayuda de la psicología de la forma. Es por ello que debemos de poner especial énfasis a la hora de diseñar un buen logo, y evitar tomar caminos o recursos gráficos que no tengan nada que ver con la personalidad de la marca o su historia. Un buen logo debería apostar por acercarse a ideas o conceptos representativos o definitorios de la marca, y al buscar además simplificarlo, es donde podemos encontrar algo de dificultad.
Vamos a verlo de una forma diferente. ¿Recuerdas este logo de MTV, verdad? ¿Crees que se representaría igual la personalidad del proyecto si fuera como el de la derecha? ¿Conectaría de la misma forma con su audiencia?
¿Y qué me dices del logo de McDonalds? Si su isotipo contase con otra forma, no reflejaría parte de la historia de la compañía y sus famosos arcos dorados, ¿no? Ya sabes, apuesta por recursos gráficos que conecten más con la personalidad y la historia de la marca. Lograremos representarla mejor y dotar de más significado a nuestro logo.
4. Escalabilidad
Vivimos inmersos en una era caracterizada por la omnipresencia de las redes sociales y una interacción digital constante.Todo ello ha propiciado que la adaptabilidad se consolide como un factor crucial para cualquier identidad visual, y los logos no son la excepción.
Un buen logo necesita ser reproducible a cualquier tamaño y adaptable a varios formatos. Esta clave está relacionada directamente con la sencillez del logo, claro. A menores elementos decorativos, y formas más simples, menos problemas de escalabilidad encontraremos y más garantizada estará su lectura. Porque cuando decimos que un logo necesita ser escalable, nos referimos a que debería ser reproducible a varios tamaños sin perder la legibilidad: desde un pequeño bordado, hasta un cartel para la entrada de un edificio.
A la hora de hacer los escalados más pequeños, observa que sus formas o texto pueden leerse y reconocerse sin dificultad. Y en el caso de que tu logo cuente con una tipografía, no olvides vigilar este punto y realizar todas las pruebas que necesitemos para garantizar una correcta escalabilidad. Presta atención al grosor del trazado y a que los caracteres no se encuentren demasiado juntos. Y como imagino que ya sabrás, para cumplir con la clave de escalabilidad, es importante que el logo se desarrolle siempre como una imagen vectorial. Y no pases por alto su adaptabilidad. Hoy en día los logos necesitan poder adaptarse también a proporciones muy variadas.
5. Pregnancia
¿Te suena de algo esta palabra? Vamos a ver rápidamente cómo la define la Real Academia: «La pregnancia es la capacidad que tiene cualquier forma visual para captar la atención y ser recordada por el espectador».
Un buen logo necesita ser recordado. Necesita ser memorable, dejando una marca en la memoria de quien lo observe. Esta clave también está directamente relacionada con la simplicidad. Piénsalo bien, un logo muy recargado, o con muchos elementos será más difícil de retener en la memoria, que uno simple, ¿no te parece?
Por aquí te dejo algunos ejemplos de logos, que yo considero que cuentan con mucha pregnancia y otros que quizás no cuentan con tanta.
Y con respecto a este punto, ¿te gustaría saber si alguno de tus logos mantiene una buena o mala pregnancia? Existe un ejercicio muy simple a realizar con familiares y amigos para estudiar la pregnancia de un logo. Puedes citarlos a todos y mostrarles el logo que has diseñado por un corto periodo de tiempo, por ejemplo por 10 segundos. Pasados unos días pídeles que dibujen sobre un papel el logo mostrado y valora cuánto recuerdan de él. Nos interesa conocer la pregnancia a largo plazo, así que es importante que se lo preguntes pasados unos días.
6. Durabilidad
Con durabilidad me refiero a la capacidad que tiene tu logo para ser más perdurable en el tiempo que tú, pese a las modas, tendencias y los cambios de década. Siempre que sea posible claro, estudia las necesidades que podría llegar a tener la marca en un futuro. Y cuando creas que ya has terminado con tu diseño, para un momento y reflexiona si estás 100% seguro de que más adelante no le hará falta ningún otro cambio.
Te lo aconsejo porque cambiar un logo, no sólo es un coste extra para la empresa, sino que puede llegar a confundir mucho a tu audiencia. Y ya sabemos que si una empresa se decanta por un mal logo, es muy probable que tarde o temprano tengan que volver a diseñarlo, con los costes de tiempo, dinero y recursos que eso conlleva.
Aquí puedes ver marcas que optaron por cambiar su logo, en algunos casos con muy pocos años de diferencia.
Y por aquí puedes estudiar todos estos otros, que sí cuentan con una durabilidad apropiada, y llevan usándose por años sin apenas actualizarlos. Recuerda, un logo no debería de basarse en modas, su diseño necesita responder a razones justificadas.
7. Relevancia
A la hora de diseñar un logo podemos tratar de evocar conceptos que nos permitan conectar con nuestra audiencia desde una forma más positiva. Porque el diseño de tu logo necesita ser atractivo para tu público objetivo. Debe ser relevante, ya que buscamos realizar un impacto para llamar su atención. Por eso es importante que conozcas bien a quién se dirige la marca y tengas correctamente definido el perfil de la audiencia.
El logo de Barbie de Mattel, es un ejemplo de logo relevante para su público objetivo. Aunque hoy en día puede resultar algo tópico, con el rosa y el lettering el logo original impactaba directamente sobre un porcentaje de la audiencia femenina de corta edad al que podría interesarle su producto.
O mismamente el logo de Twitch podría ser otro ejemplo estupendo a estudiar, que con ayuda de las formas de su tipografía consigue evocar una sensación de nostalgia y arrastrarnos a esa época del inicio de los videojuegos.
A veces es algo complicado dejar tu subjetividad de lado e intentar contar con un ojo crítico. Igual la variante que mejor funciona, no es la que más te gusta, pero es importante tomar siempre decisiones meditadas y pujar por encontrar un equilibrio entre estética y practicidad.
En conclusión, a la hora de diseñar un logo éste deberá ser simple, original, representativo, escalable, memorable, durable y relevante.
Si has llegado hasta aquí es posible que seas curioso o quizás necesites desarrollar un logotipo para un cliente. Si es el caso, contamos con un artículo mucho más extenso donde profundizamos en todos los pasos que deberías realizar para diseñar tu propuesta de logotipo, desde el concepto hasta la presentación: Cómo crear un logo profesional desde el concepto hasta la propuesta
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