Cómo escoger la mejor tipografía para tu proyecto
Escoger la mejor tipografía para un proyecto gráfico tiene truco. Y es que la tipografía es una pieza clave en el proceso de creación de cualquier logotipo o identidad visual para una marca. Junto con la paleta de colores, el tipo de fuente que escojamos puede ayudarnos a transmitir una personalidad determinada y una mejor visión de tu negocio.
Las tipografías pueden expresar emociones o estados de ánimo, asociarse con periodos de la historia o incluso con marcas conocidas. Podemos encontrar tipografías condensadas, expandidas, elegantes, simples, modernas, impactantes, divertidas, agresivas… y junto con el resto de los elementos visuales de diseño gráfico pueden transmitir sensaciones y mensajes muy diferentes.
Por eso escoger la mejor tipografía para tu proyecto no debe pasarse nunca por alto. Si escogemos bien, la tipografía puede ayudarnos a reforzar nuestro mensaje. Por otro lado, si escogemos mal, podemos llegar a evocar asociaciones equivocadas a nuestra audiencia e incluso a confundirla.
Una buena tipografía nos puede ayudar a comunicar nuestro branding, a reforzar el diseño de una pieza de comunicación o a mejorar la legibilidad de un texto. Así que ya sabes, tómate tu tiempo y reflexiona con calma cuál es la mejor tipografía para vosotros.
Aquí te dejo algunos consejos que te pueden ayudar a localizar la fuente idónea para tu proyecto.
Índice de contenido
Consejos para escoger la mejor tipografía para tu negocio
La elección de una tipografía u otra, debe estar basada no sólo en criterios estéticos, también en funcionales, para que pueda contribuir con el propósito final del proyecto gráfico. Escoger una tipografía u otra puede cambiar completamente el resultado final de nuestros diseños.
No escojas una tipografía guiándote de tus gustos personales.
Venga, vamos a repasar algunos consejos que puedes seguir para escoger la mejor tipografía para un proyecto gráfico.
1. Apuesta por la simplicidad
La tipografía que escojamos debe ayudarnos a definir la marca o el proyecto, pero también debe ser ser clara y sencilla. Además, una tipografía limpia y simple siempre es más fácil de reproducir en diferentes ubicaciones, productos y tamaños.
A la hora de diseñar un logo, una fuente simple contribuye también a la pregnancia es decir, a que sea reconocible y memorable. Recuerda los logotipos simples tienden a ser más fáciles de recordar.
2. Estudia a la competencia
Conocer qué tipografías está usando nuestra competencia nos ayudará a conocer mejor su personalidad y a evitar escoger una muy parecida.
¡Necesitamos diferenciarnos!
La tipografía, además de ayudarnos a transmitir nuestros valores, debe contribuir también a que se nos diferencie de otras empresas del sector.
3. Destaca tus valores
Reflexiona qué tipo de fuente tipográfica puede resultar más próxima a la visión y los valores que la empresa pretende comunicar. No bases estos valores en experiencias personales. Posiciónate siempre en el papel del cliente o consumidor.
4. Considera a tu audiencia
El público al que va dirigida tu marca y el contexto donde se va a plasmar ese mensaje interfiere también en cómo debe ser resuelto. Escoge una tipografía que encaje con el contexto del mensaje que queremos enviar, pero que nos permita también conectar con nuestra audiencia.
El estilo de tipografía debe ser acorde con los gustos de nuestro público objetivo. No es lo mismo diseñar para gente mayor, que suele contar con gustos más tradicionales, que para gente joven, con quienes podemos tomar más riesgos.
5. Estudia el contexto y el soporte
La tipografía que escojamos debe estar en consonancia con nuestro contexto. No es lo mismo escoger una tipografía para logotipo, que para un libro, un envase o una web.
Si por ejemplo, necesitamos escoger una tipografía para textos, es importante que la tipografía cuente con variables tipográficas de peso o de ancho. Así podremos incluir negrita o cursiva en nuestros textos.
Para textos muy largos, quizás deberías escoger tipografías que faciliten la lectura y no cansen mucho al lector. Aquí las tipografías con serifa pueden ser una estupenda opción.
Si vamos a contar con poca cantidad de espacio, quizás necesitemos recurrir a una tipografía condensada, que se lea bien pero ocupe menos espacio. Aprovecha para incluir en los titulares tipografías que contribuyan a generar un mayor impacto.
¡Ah! Y si vamos a comunicarnos en castellano, asegúrate de que la tipografía cuenta con la letra “Ñ”. Te puede parecer muy obvio hasta que te encapriches con una y luego compruebes que no cuenta con la famosa letra del español.
Así que ya sabes, estudia el contexto de tu proyecto.
6. Evita seguir tendencias o fuentes de moda
Apuesta por lo sencillo, pero también en algunos proyectos gráficos es importante apostar por lo atemporal. Por ejemplo, a la hora de crear un logo es importante que no sigamos modas o tendencias concretas que pasarán. Queremos que nuestro logo sobreviva al paso del tiempo y nos acompañe en la evolución del negocio.
Lo que ahora puede ser una tipografía en boca de todos, mañana podría pasar de moda. Si queremos que nuestra identidad sea fuerte y sólida para los años que vienen, debemos apostar por una tipografía más atemporal, que nos ayude a reflejar los valores y las características de la empresa sin valorar tendencias.
7. Escucha a la voz de tu empresa
Valora siempre la personalidad de la tipografía o la psicología tipográfica. Por si no lo sabías, todas las tipografías cuentan con su propia personalidad y pueden evocarnos emociones. Sus formas y su estilo pueden afectar directamente a cómo las percibimos nosotros. Por eso a la hora de escoger la mejor tipografía para tu negocio, es importante que valores también la personalidad tipográfica.
Así podremos usarla a nuestro favor, escogiendo la tipografía que mejor nos ayude a transmitir nuestro mensaje. Si la tipografía que usemos no respalda el propósito final de nuestro negocio, podemos llegar a generar una desconexión visual. Por eso, escoger mal puede confundir bastante a nuestra audiencia.
Haz uso del sentido común.
Si quieres ampliar más tu conocimiento en este campo, te recomiendo que eches un vistazo a mi artículo: Psicología tipográfica: qué es y qué debemos tener en cuenta.
Toda marca debe trabajar su voz y tono de comunicación para seguir con su estrategia de branding. Cada tipografía funciona como un tono de voz, una forma de hablar y comunicar. Para valorar si una tipografía nos funciona como parte de nuestra comunicación, debemos ser capaces de abstraernos en qué es lo que dice su texto, y estudiar cómo lo está diciendo.
Para ello puede sernos de gran ayuda hacernos una serie de preguntas:
- ¿Se trata de una tipografía elegante? ¿o quizás es una fuente más informal?
- ¿Es femenina o masculina?
- Si fuera un producto, ¿sería barato o lujoso?
La finalidad de las preguntas es conocer más acerca de la personalidad de la tipografía. Puede ayudarnos a tener más claro si la tipografía es afín a los valores y a la audiencia a la que queremos llegar.
8. Vigila la Legibilidad
Debemos asegurar que la tipografía escogida contribuye siempre con la legibilidad del texto. Si queremos comunicar algo el primer paso es que se lea. Si no se lee no habrá mensaje ni comunicación. Para ello no sólo debemos tener en cuenta la fuente tipográfica sino también el contraste y contexto dónde se vaya a usar la fuente. El tamaño mínimo ideal para la lectura de un texto cercano es de 11 puntos.
La legibilidad es básica. No tiene sentido usar una tipografía muy estética si tu nombre no se va a leer con claridad. Valora también su escalabilidad, es decir que la tipografía se pueda reproducir en diferentes soportes y tamaños manteniendo la legibilidad.
Vigila también el tracking, el espacio entre caracteres. Si usamos una tipografía con poco espacio entre caracteres influirá negativamente en la legibilidad, especialmente cuando se reproduzca en pequeños tamaños Por otro lado si incluimos demasiado espacio podemos dificultar un poco su lectura. Trata de buscar un equilibrio entre letras y espacio.
9. Evita usar muchas tipografías diferentes
Un diseño con más de 3 tipografías exige un esfuerzo de lectura para nuestro ojo. Una o dos fuentes tipográficas puede ser siempre la mejor opción, pero atrévete a combinar tipografías que se complementen bien entre sí.
Yo te recomendaría utilizar una tipografía para titulares y destinar otra a párrafos o textos más largos. Por otro lado, no soy especialmente adepto de utilizar la misma tipografía usada dentro del logotipo para otras comunicaciones. Creo que reservar la tipografía del logotipo, sólo para el logotipo contribuye mejor a no diluirlo en las comunicaciones.
Escoge tipografías que contrasten o combinen con armonía, pero no abuses de su número. Puedes valorar también hacer uno de una misma familia tipográfica.
Espero que estos consejos te ayuden a escoger la mejor tipografía para tu proyecto de diseño gráfico.
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